Música

30 años del histórico show de Nirvana en Vélez

El día que Kurt Cobain boicoteó su propio show

¿Cuántas veces ocurre que un grupo visita nuestro país en su máximo momento de popularidad?  Se cumplen 30 años del histórico concierto de Nirvana en Vélez Sarsfield, de esos shows que derivan del alcance continental de un hit (Smells Like Teen Spirit). Pero a diferencia de Luis Fonsi -que cuando vino al Orfeo Superdomo tocó Despacito en varias ocasiones-, el grupo de Seattle decidió salirse del algoritmo y no tocar el tema que los depositó en la popularidad, aunque amagaron hacerlo con varias ejecuciones del riff inicial.

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La velada se hizo en el estadio José Amalfitani el viernes 30 de octubre de 1992, con la producción de DG Experience -la productora de Daniel Grinbank-, y el marco de 20 mil personas enfervorizadas. Para algunos fue el peor show de Nirvana en toda su historia, para otros fue un gran concierto que quedó alojado en el recuerdo como raro por el enojo del grupo debido a que el público hostigó a la agrupación telonera integrada por mujeres y apadrinadas por Kurt Cobain, las Calamity Jane.

Como sea fue el único concierto del trío de grunge en nuestro país y vamos a recordarlo a través de tres testigos privilegiados: Gabriel Guerrisi, músico de una de las bandas que subió esa noche al escenario, Los Brujos; Diego Quiroga, periodista – actual director de Radio Blas Pascal y del sitio Música en Córdoba, que viajó a cronicar el show  y terminó entrevistando a dos miembros de Nirvana (Dave Grohl y a Krist Novoselic) y Gastón “gato” Fernández, actual gerente de marketing de En Vivo Producciones, que asistió al recital en calidad de espectador.

Mediante estos testimonios intentaremos desmitificar lo que ocurrió esa noche: ¿Es verdad que fue mejor el show de Los Brujos que el de Nirvana? ¿La actitud del público fue misógina con las Calamity Jane? ¿Que no  hayan tocado Smells Like Teen Spirit tuvo que ver con un enojo de Cobain hacia el público argentino por su trato hacia las Calamity Jane? ¿Es verdad que flashearon con Kansishka del grupo argentino Los Brujos y se inspiraron en eso para luego hacer Very Ape que salió en In Utero (1993)? ¿El maltrato del público argentino derivó en que se separe Calamity Jane?

La previa

“Una pequeña anécdota es que, para cuidar el césped del campo de juego, habían puesto como unas lonas cinco por cinco de arpillera clavadas al piso con clavos de 15-20 centímetros de plástico. Imaginate que esos clavos eran removibles y en el mismo momento que entró la gente empezaron a sacar los clavos, las lonas. De hecho las agarraban entre varios y hacían volar a gente por el aire. Desde la seguridad fue un delirio”, recuerda Fernández.

Los Brujos

Los primeros en subir al escenario fueron Los Brujos, quienes gozaban de cierta popularidad por la publicación un año antes de Fin de Semana Salvaje (1991) que traía el imbatible hit Kanishka. “Subieron Los Brujos con el disfraz de ese momento, los dos cantante metidos en un solo pijama y la re contra mega archi rompieron. Fue una cosa increíble, ¡la dejaron chiquitita! Yo me volví fan de Los Brujos en ese momento porque el show que dieron los tipos fue apoteótico: Fin de Semana Salvaje, La Bomba Musical, Kanishka, cuatro o cinco temas porque había explotado solamente Kanishka, tema que había salido en un compilado llamado Hacelo Por Mí , que era el programa que hacía Mario Pergolini en Canal 9″, cuenta Fernández.

“Habíamos hecho muchas giras ya, estábamos ajustados. Lo que sí fue una sorpresa fue la respuesta de la gente, desde el primer tema hubo 40 mil personas saltando con nuestras canciones, eso para nosotros fue un éxito total. Fue una sorpresa, realmente”, recuerda Gabriel Guerrisi, integrante de Los Brujos.

La banda estaba en su pico de popularidad y, para muchos, terminó salvando la noche. “Un segundo flash fue la repercusión en el público los días posteriores diciendo que nosotros habíamos salvado la noche con nuestro show”, comenta Guerrisi.

Calamity Jane

Lo opuesto a Los Brujos es lo que les pasó a las Calamity Jane, quienes recibieron abucheos, insultos, objetos y todo tipo de agresiones del público que esperaba impaciente por Nirvana. Tras el show de las estadounidenses, Kurt Cobain se enojó con el público y consideró no salir a tocar. Sus compañeros lo convencieron ofreciéndole  no hacer los grandes hits de su último disco: Nevermind (1991). Y así fue.

“Salieron las Calamity Jane. Les tiraron con todo: meaban en las bolsas y les tiraban con las bolsas llenas de meada. Les hicieron la vida imposible. Sumale a esto que eran mujeres ante un público extremadamente machista. Las tenían a todas en contra y encima tenían un show espectacular antes. Las escupieron, les tiraron con todo, les tiraron con los clavos amarillos. ¡Pobres chicas, la pasaron mal!”, evoca Fernández.

Para el periodista Diego Quiroga, el ataque a las Calamity Jane no se debió a que era una banda de chicas, sino a que la gente estaba ansiosa e impaciente por ver a Nirvana: “Más que misógina la actitud de parte de la concurrencia fue infantil y hasta fuera de época. Los pibes (mayoría) querían ver al grupo principal que tenía una canción muy exitosa que sonaba (y se veía) todo el tiempo”, afirma Quiroga. “Pienso que si hubiera tocado un grupo desconocido, como las Calamity Jane pero con formación 100% masculina, también le hubieran tirado cosas. Los Brujos se salvaron porque también tenían una canción exitosa (Kanishka) del momento”, completa el periodista.

Por último hace un paralelismo con lo que ocurrió en el festival La Falda Rock 1992, que tuvo su regreso ese mismo año. “Me acordé lo que le pasó a Vilma Palma E Vampiros en la vuelta del Festival de La Falda, en febrero de ese año (1992). La gente los silbó y les dio la espalda. Para mí ya estábamos en otra década y época: si vas a un festival y no te gusta lo que está en el escenario, aguantá un tiempito que ya termina y viene otra cosa”, redondea el periodista.

Un mes antes de ese show, en septiembre, la banda también había tocado junto a Nirvana en un festival por la diversidad que se hizo en Estados Unidos y la recepción fue muy diferente a la que tuvieron en la Argentina. Allá les tiraron la mejor, y acá la peor.  Tanto fue así que, tras el show de la Argentina, las integrantes de la banda: Gilly Ann,  Hanner Megan,  Hanner Lisa Koenig, Joanna Bolme disolvieron el grupo.

Nirvana

El show de Nirvana se alejó de su último disco: Nevermind y se acercó a la suciedad de Incecticide. Así, con pocas ganas, pero con un sonido contundente, desenfundaron un repertorio áspero que dejó a los argentinos con la garganta atragantada esperando por hits. Sonaron:  Nobody Knows I’m New Wave, AnurysmSilver, Poly, Lithium, Aneurysm, Breed, entre otros , para terminar con All Apologies y Nameless, Endless.  En total fueron 25 temas y dos amagues de Smells Like Teen Spirit. Todo en una algo más de una hora y 22 minutos.

“El show de Nirvana fue una bomba porque en ese momento la banda era una bomba, era un momento espectacular, habían cambiado la industria de la música para siempre”, comienza explicando Fernández para luego dejar en claro cómo eran los roles de Cobain y Grohl arriba del escenario: “Era increíble lo que pasaba arriba del escenario y tenías a un pibe que era el frontman, el cantante, pero que no quería serlo. En muchos momentos el payaso arriba del escenario fue Dave Grohl. Para finalizar con la historia de la mini batería de Grohl: “Incluso subió con una batería chiquitita tipo de juguete y se puso a tocar. Fue un show impresionante”, concluye Fernández.

Diego Quiroga, quien al otro día del recital fue a un show de Los Perros Calientes en en legendario pub porteño Prix D´Ami y de manera fortuita terminó con todo el clan Nirvana menos Cobain, incluida Coutney Love, encuentro que derivó en una legendaria entrevista con Dave Grohl y Krist Novoselic, a la que se puede acceder en el sitio “Música de Córdoba”  recuerda: “El recital, por momentos, fue demoledor No entendía cómo un trío (guitarra, bajo y batería) generaba esa bola sonora que te sacudía y a la vez te atrapaba con sus melodías y la voz tan particular del cantante”.  Párrafo aparta la bomba sonora que fue la ejecución de Lithium: “Recuerdo que durante Lithium (de Nevermind) fue tan abrasivo el sonido que parecía que todo el público levitaba sobre la cancha de Vélez”, redondea Quiroga.

Por último Guerrisi, tiene un recuerdo diferente de aquel concierto del trío de Seattle: “A Nirvana lo vi desde el público. Lo que recuerdo es que había mucho viento, que el sonido iba y venía, y Nirvana tampoco estaba de muy buen humor como para interactuar con la gente. Fue un show un tanto difuso, con baches. Tuvo sus vaivenes”, finaliza el guitarrista de Los Brujos.

¿Nirvana le copió Kanishka a Los Brujos? 

Otro de los grandes mitos que dejó aquella visita de Nirvana a nuestro país es que copiaron el riff de Kanishka para, con un par de variaciones, incluirlo en el tema Very Ape, que salió al año siguiente en el disco In Útero. De hecho Guerrisi reconoce que tuvieron un encuentro con Nirvana en camarines y ellos tenían el disco de Los Brujos: “Recuerdo que hubo un encuentro en camarines, corto. Ellos tenías el disco de Los Brujos, se les había pegado Kanishka. Hicimos fotos también, que no sé por dónde andarán”, cuenta el músico.

Aunque no le da tanta importancia a si tal influencia de su grupo existió para el disco siguiente de la banda de Kurt Cobain: “Es algo que nosotros no podemos asegurar. Sí hubo un contacto, un link, una inspiración al respecto, es algo bello para recordar”, aclara el guitarrista. “Es un mito que creció solo y es ajeno a nosotros. En su momento me llamaron periodistas que tenían el disco de Nirvana de antemano y me dijeron: ‘Mirá que se parece mucho’. En la música hay que retroalimentarse, ojalá haya sucedido así”, concluye el músico.

 

En fin, El show de Nirvana es uno de los conciertos más importantes que ocurrieron en nuestro país por el momento en el que vino la banda, por lo que sucedió después y porque, al fin de cuentas, habló la música.

Por Santiago Ramos

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