Cómo una bolsa de Cheetos alteró un ecosistema en EE.UU.

La contaminación de un parque nacional por residuos de comida.

Una bolsa de Cheetos desechada en un parque nacional estadounidense pone de manifiesto la importancia de no tirar basura en la naturaleza. Este incidente ha tenido un “impacto radical” en la fauna del parque, según los guardabosques.

Cómo una bolsa de Cheetos alteró un ecosistema en EE.UU.

La bolsa de ganchitos de maíz procesado, que podría haber estado en el suelo por solo un día o menos, comenzó a descomponerse debido a la alta humedad, generando moho en el suelo y en las formaciones cercanas de la cueva.

Esto afectó a los microbios y pequeños insectos que habitan en el entorno subterráneo del Parque Nacional de las Cavernas de Carlsbad, en Nuevo México. El parque reporta que este evento alteró significativamente el ecosistema de la cueva.

“Tuvo un gran impacto en el ecosistema de la cueva”, indicó el parque en una publicación en Facebook, destacando que grillos, ácaros, arañas y moscas de cueva comenzaron a dispersar la contaminación provocada por los Cheetos.

Trabajo constante de los guardabosques

Los guardabosques de Carlsbad recogen toneladas de basura cada año para proteger los ecosistemas únicos que albergan. Durante una inspección habitual en la Gran Sala, el área más grande de la cueva, un guardabosques encontró la bolsa de Cheetos, que había sido abandonada por visitantes.

La Gran Sala, famosa por sus impresionantes estalagmitas y estalactitas, también enfrentó la contaminación de estos residuos. Los equipos de limpieza, equipados con mochilas de barrido y kits para derrames, enfrentan tareas delicadas, que a veces incluyen la limpieza de desechos humanos.

El desafío de preservar y permitir el acceso

Robert Melnick, profesor emérito de la Universidad de Oregón, ha examinado el impacto de la contaminación en las Cavernas de Carlsbad y ha presentado recomendaciones para la gestión futura del parque. Según él, el desafío radica en equilibrar la preservación de los paisajes con su accesibilidad al público.

JD Tanner, director de Educación y Capacitación en Leave No Trace, destaca que es crucial que los visitantes comprendan la sensibilidad de estos entornos. Aunque la mayoría de las personas es consciente de la necesidad de mantenerlos limpios, a menudo falta una traducción efectiva en acciones concretas.

Acciones pequeñas, grandes consecuencias

Diana Northup, microbióloga especializada en ambientes cavernosos, subraya que la contaminación humana puede tener efectos devastadores en estos ecosistemas. La preservación de las cuevas depende de que los visitantes valoren y cuiden estos espacios naturales.

“Es esencial que la gente valore y preserve las cuevas”, concluye Northup, “y que entiendan cómo pueden contribuir a su protección”.

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