“¿Cómo convencer a mi pareja para tener sexo anal?”
La Lic. Noe Benedetto abrió la cajita de preguntas para hablarnos sobre un tema que sigue siendo tabú.
En cualquier tipo de práctica sexual, no se trata de convencer a la otra persona, sino de proponer a través del diálogo el tema, si llega a ser de su agrado, se revisan aspectos relacionados al consenso (bilateral) y al consentimiento entusiasta (unilateral). Si planteado de esta manera dice que no, no insistir sobre el asunto.
Estas prácticas siguen siendo un tabú, y es importante mencionar que el ano no tiene género ni orientación sexual, de hecho es la zona erógena democrática por excelencia, ya que todas las personas tenemos uno. Hay que desmitificar este lugar común de pegar, práctica anal receptiva a determinada orientación sexual, si sos una persona con pene y disfrutás de la estimulación de tu propio ano, este dato no dice absolutamente nada de tu identidad de género u orientación sexo afectiva.
La comunicación asertiva es fundamental cuando se trata de explorar guiones sexuales con otras personas.
Entonces ¿Cómo encaro la conversación? Vamos con algunas sugerencias para abordar el tema del sexo anal:
- Establecer una comunicación clara: Hablar abierta y honestamente acerca de tus deseos y fantasías sexuales con tus vínculos y chequear de que éstos se sientan cómodos para compartir sus puntos de vista, gustos y placeres.
- Investigar y compartir información: Explorá sobre sexo y estimulación anal para tener un entendimiento sobre esta práctica o la que deseen realizar.
- Fundamental consenso y consentimiento: Transmitirle a las otras personas que la comodidad, bienestar y satisfacción de todas las partes son prioritarias, y que es de tu interés explorar otras experiencias si todas las personas están de acuerdo.
- Tomarse tiempo: El sexo anal requiere paciencia, preparación y relajación. Es importante estar atenta a los procesos y necesidades de las otras personas para respetar sus ritmos.
- Escuchar las preocupaciones de las demás: Es esperable que haya dudas, preocupaciones, miedos, escuchalos atentamente y validalos. Si alguien no se siente a gusto con la idea, respetá su decisión y busca otras formas de satisfacción sexual que todas disfruten.
¿Cómo y qué puedo preguntar?
- ¿Qué opinás de probar sexo o estimulación anal en nuestros guiones sexuales?
- ¿Qué te genera la idea?
- ¿Te despierta algún miedo o preocupación?
- ¿Qué rol/es te gustaría ocupar?
- ¿Qué tipo de estimulación te gustaría recibir?
- ¿Cuál es la posición que te resulta más cómoda/placentera?¿Te sentís a gusto cambiando de posición durante la práctica?
- ¿Qué ritmo o velocidad te resulta/resultaría más placentero?
- ¿Querés acordar una palabra o gesto de seguridad en caso de que quieras parar?
- Hablar de la utilización de métodos de barrera y lubricantes.
- ¿Te gustaría utilizar juguetes sexuales?
Recordá que el ano es una zona erógena tan válida como cualquier otra, pero por cuestiones morales, educacionales, religiosas o simple gusto no resulta placentera para todas las personas, cada una tiene sus propias preferencias y límites, no es universalmente satisfactorio. El respeto y la comunicación asertiva son clave para mantener una relación saludable y placentera. Que todo lo que hagamos sea por placer y no por complacer.