Científicos desarrollan cuerpos sintéticos sin sensibilidad para trasplantes y pruebas clínicas

Un equipo de investigadores crearon “bodyoids”, estructuras corporales humanas completas fabricadas a partir de células madre, que carecen de conciencia y sensibilidad. Estos prototipos podrían revolucionar la medicina al ofrecer alternativas éticas para pruebas clínicas y trasplantes, y así evitar el uso de animales y cadáveres.

La medicina actual enfrenta un gran desafío debido a la escasez de cuerpos humanos disponibles para investigación, trasplantes y ensayos clínicos, lo que limita la aprobación de nuevos medicamentos y prolonga las listas de espera de órganos. Para abordar esta problemática, científicos de la Universidad de Stanford desarrollaron cuerpos sintéticos generados a partir de células madre pluripotentes que no poseen capacidad de sentir o pensar. Esto los convierte en una opción ética y funcional para la investigación médica.

Los llamados “bodyoids” se crean mediante técnicas avanzadas que combinan células madre pluripotentes, embriones sintéticos sin fecundación sexual y tecnología de úteros artificiales. Además, se aplican métodos genéticos para impedir la formación del sistema nervioso central y se aseguran que no desarrollen conciencia. 

Los investigadores destacan que este desarrollo también podría usarse para evaluar tratamientos farmacológicos de manera personalizada al replicar la genética del paciente y así, mejorar la precisión de los ensayos clínicos. Además, su uso podría reducir significativamente la dependencia de animales en laboratorios y abrir nuevas posibilidades en sectores como la agricultura, con producción sin sufrimiento animal.

Los desafíos que enfrenta

El desarrollo de estos cuerpos sintéticos enfrenta importantes desafíos técnicos. Aún no se sabe si es posible que los modelos embrionarios evolucionen hasta convertirse en cuerpos completos y funcionales sin cerebro, ni si podrían ser modelos precisos del cuerpo humano. También se requiere una considerable inversión de tiempo y recursos para avanzar en esta línea de investigación.

Los dilemas éticos son igualmente complejos. Henry T. Greely, director del Centro de Derecho y Biociencias de Stanford, plantea: “¿Los consideraríamos seres humanos solo porque se parecen a nosotros?” y subraya la importancia del consentimiento, dado que las células usadas provienen de personas reales. Aunque estos cuerpos no serían considerados legalmente seres vivos, su parecido con humanos podría generar objeciones sociales.

Los expertos coinciden en que es fundamental iniciar un debate público informado antes de que estos avances tecnológicos se consoliden, para evitar reacciones irracionales y decisiones políticas apresuradas. Como señala Carsten T. Charlesworth, investigador de Stanford, “podrían ofrecer una alternativa ética a la forma en que actualmente usamos animales no humanos en la investigación y en la producción alimentaria”, siempre que se garantice la ausencia de sufrimiento o conciencia.

+ INFO: Max cobrará por miembros adicionales

+ INFO: Llega a Argentina el segundo Congreso de Hidroponía

Artículos Relacionados

Volver al botón superior