Cambiar de mano al cepillarse los dientes tiene beneficios para el cerebro

El uso de la mano menos habitual para el cepillado obliga al cerebro a crear y fortalecer vías neuronales nuevas, lo que puede mejorar la función cognitiva, la creatividad y la coordinación entre ambos lados del cuerpo. Esta actividad mental contribuye a mantener la salud cerebral a través de tareas simples diarias.

Sin embargo, desde la perspectiva odontológica, no siempre se logra una limpieza igual de eficaz que con la mano dominante, ya que esta última permite un control más preciso y habitual sobre el cepillo.

Recomendaciones para probar la técnica y errores comunes

Es importante comenzar suavemente y aumentar poco a poco la duración y presión del cepillado para evitar molestias. La higiene dental adecuada es prioritaria, por lo que no hay que forzar si resulta difícil con la mano no dominante.

Un error frecuente es mojar el cepillo antes de aplicar pasta dental, lo que reduce la eficacia del flúor y disminuye la protección del esmalte. Como explica una especialista en un vídeo de TikTok, “no se moja, nos tenemos que hacer la limpieza en seco” para aprovechar al máximo los componentes de la pasta.

Este error puede derivar en una menor limpieza y favorecer la aparición de caries, mal aliento y enfermedades como la gingivitis, por lo que es clave controlar exactamente cómo se usa el cepillo y la pasta.

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