Aumentaron los casos de ACV en jóvenes y mujeres: qué lo causa y cómo prevenirlo
Dos estudios recientes revelan un aumento global de los accidentes cerebrovasculares en personas menores de 50 años, especialmente mujeres. Los factores de riesgo tradicionales y nuevas amenazas como el estrés y la contaminación juegan un papel clave.

El accidente cerebrovascular (ACV), históricamente asociado a personas mayores, crece de forma preocupante en adultos jóvenes y mujeres. Así lo confirman dos investigaciones publicadas en The Lancet Regional Health – Americas y en Stroke, la revista científica de la Asociación Americana del Corazón. Ambos trabajos advierten sobre un cambio de tendencia desde 2015: los casos aumentan en sectores etarios antes menos afectados.
Una de las investigaciones analizó tres décadas de datos en América y encontró que, aunque las tasas ajustadas por edad bajaron entre 1990 y 2021, desde 2015 se registra un crecimiento sostenido de la incidencia en jóvenes. “El estudio reveló un aumento en los casos de ACV, especialmente en personas de mediana edad y en mujeres”, explicó Matías Alet, neurólogo del Hospital Ramos Mejía.
Las causas de este fenómeno
Las causas son múltiples. Sebastián Ameriso, jefe de Neurología de Fleni, expresó: “Los factores de riesgo tradicionales, como la hipertensión, el tabaquismo, la diabetes y el colesterol alto, están presentes en personas jóvenes”. También destacó que “existe un estereotipo erróneo de que el ACV afecta principalmente a hombres mayores de 70 años”, lo que retrasa el diagnóstico en mujeres y jóvenes.
El aumento de ACV en menores de 45 años también se asocia con el crecimiento de los accidentes cerebrovasculares criptogénicos, aquellos cuya causa se desconoce. Estos casos, más frecuentes en mujeres, pueden estar vinculados a factores como migrañas, uso de anticonceptivos y complicaciones del embarazo. “El ACV en jóvenes y adultos menores de 45 años es un fenómeno que está en notable aumento. Un 10-15% de los ACV ocurren en personas jóvenes”, señaló el neurólogo y psiquiatra Enrique De Rosa Alabaster.
Otra variable de peso es la contaminación ambiental, especialmente la del aire. A esto se suman el estrés crónico, el sedentarismo y el consumo de sustancias. El impacto no es homogéneo ya que en países como Jamaica y Haití, las tasas de incidencia y mortalidad por ACV son mucho más altas que en América del Norte.
La inequidad de género también es alarmante. “Las mujeres tienen un mayor riesgo de mortalidad tras un ACV y mayores probabilidades de padecer secuelas incapacitantes, pero en muchos casos no reciben el diagnóstico correcto en las ‘horas de oro’ de los primeros signos”, advirtió De Rosa Alabaster.
Cómo prevenir un ACV
- Controlar la presión arterial alta: Es importante mantener la presión arterial bajo control.
- Reducir el colesterol y las grasas saturadas: Llevar una dieta baja en grasas saturadas y colesterol.
- No fumar: Fumar aumenta significativamente el riesgo de ACV.
- Controlar la diabetes: El control de la diabetes puede ayudar a reducir el riesgo de ACV.
- Mantener un peso saludable: La obesidad aumenta el riesgo de ACV.
- Hacer ejercicio con regularidad: El ejercicio regular puede ayudar a reducir la presión arterial, mejorar el flujo sanguíneo y fortalecer el corazón.
- Alimentación saludable: Una alimentación rica en frutas, verduras, fibra y baja en sodio puede ayudar a mantener la presión arterial bajo control.
- Limitar el consumo de alcohol: El consumo excesivo de alcohol puede aumentar el riesgo de ACV.
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