Argentinos preocupados por la crisis climática y exigen medidas

Argentina se posiciona como uno de los países del G20 con mayor preocupación por la crisis ambiental, según revela la Encuesta Global Commons 2024 realizada por Ipsos, Earth4All y Global Commons Alliance (GCA). De acuerdo con este sondeo, el 95% de los argentinos expresa inquietud por el estado actual de la naturaleza, y un 85% apoya la implementación de una ley de ecocidio que penalice a quienes causen daños graves y prolongados al medio ambiente.

A pesar de esta alta conciencia ambiental, solo el 19% de los encuestados considera que el gobierno está haciendo lo necesario para enfrentar el cambio climático, ubicando a Argentina como uno de los países del G20 con menor percepción de efectividad gubernamental en este aspecto.

Resultados de la encuesta y percepción de riesgo

La encuesta, que consultó a 1000 argentinos de 8 a 75 años entre el 5 de marzo y el 8 de abril de 2024, muestra que el 93% de los participantes está al menos algo preocupado por el estado de la naturaleza, cifra que supera el promedio del 88% de los países del G20. Además, un 76% de los argentinos cree que el planeta se encuentra cerca de un “punto de inflexión” ambiental debido a las actividades humanas, superando nuevamente el promedio del G20, que se sitúa en un 69%. En cuanto a la exposición a riesgos ambientales o climáticos, el 43% de los encuestados se siente muy o algo vulnerable.

Exigen acción y beneficios del combate al cambio climático

Los datos también revelan que el 80% de los argentinos piensa que se deben tomar medidas urgentes en la próxima década para reducir las emisiones de carbono. Un 72% considera que enfrentar el cambio climático y los daños ambientales podría traer beneficios significativos a la población argentina, una percepción que supera el promedio del 66% de los demás países del G20.

A pesar de la evidente preocupación y la demanda por acciones más contundentes, solo el 19% de los encuestados cree que el gobierno está actuando adecuadamente en la lucha contra el cambio climático, ubicándose como la segunda nación del G20 con la menor confianza en su gestión climática, frente a un promedio del 33% en el grupo de países. Esta disparidad subraya la necesidad de respuestas más efectivas y alineadas con las expectativas de la ciudadanía en materia de protección ambiental.