Adiós al torno: Un nuevo método para tratar caries sin dolor usando papaya

Investigadores de la UBA y la UNQ desarrollan una terapia innovadora con papaína para eliminar caries sin necesidad de usar el torno dental.

El miedo al dentista es una realidad común para muchas personas. El sonido del torno y el olor a medicamentos pueden generar ansiedad e incluso evitar que las personas acudan a sus controles odontológicos. Las caries, uno de los principales problemas de salud pública, son la causa principal de estas visitas temidas.

Para brindar una alternativa más agradable y efectiva al tratamiento tradicional de caries, un equipo de investigadores de la Facultad de Odontología de la Universidad de Buenos Aires (UBA) en conjunto con la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ) está desarrollando una terapia innovadora que utiliza papaína, una enzima extraída de la papaya.

La papaína tiene la capacidad de degradar las zonas dañadas del diente cariado de forma selectiva, sin afectar el tejido sano. Sin embargo, su uso en su forma natural puede generar efectos colaterales no deseados. Para evitar estos problemas, los investigadores han desarrollado un sistema que encapsula la papaína en “hidroesferas”, unas pequeñas esferas que controlan la liberación de la enzima y la dirigen únicamente hacia las áreas afectadas.

“Con la papaína sintetizamos hidroesferas, pelotitas todas pegadas unas a otras, que incrementan el poder proteolítico de la proteína y ayudan a prevenir daños colaterales sobre el nervio debido a su composición”, explica la Dra. Fiorella Ventura, odontóloga de la UBA y una de las líderes del proyecto.

El tratamiento con papaína se inicia con la remoción del tejido cariado utilizando instrumentos manuales, eliminando así la necesidad del torno dental, la principal fuente de dolor y ansiedad para muchos pacientes. Una vez eliminada la zona afectada, se procede a restaurar la forma del diente.

“Independizarse del torno presenta algunas ventajas”, afirma la Dra. Nadia Chiaramoni, del Laboratorio de Bionanotecnología de la Universidad Nacional de Quilmes. “Más allá de evitar el dolor, se pueden tratar las lesiones más comunes en lugares con poca infraestructura”.

El desarrollo de esta nueva terapia no solo representa una alternativa más cómoda y efectiva para el tratamiento de caries, sino que también abre la puerta a la posibilidad de llevar atención odontológica a zonas con recursos limitados. Además, al ser un método no invasivo, podría ser utilizado en niños y pacientes con mayor sensibilidad al dolor.

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