VIH: ¿Qué métodos de prevención existen?
El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) se encuentra en fluidos corporales y su transmisión ocurre únicamente a través de contacto directo con estas sustancias mediante prácticas específicas. Existen formas de prevenirlo.
El VIH puede transferirse entre personas de tres maneras principales: relaciones sexuales sin protección, intercambio de elementos que contengan sangre de un portador del virus o durante el embarazo, parto y lactancia en el caso de madres con el virus.
La vía sexual es responsable de la mayoría de las transmisiones. Durante relaciones vaginales, anales u orales sin protección, el virus ingresa al organismo a través de pequeñas lesiones que ocurren en las mucosas. Por esta razón, el uso correcto del preservativo es indispensable.
El contacto con sangre contaminada es otra fuente de exposición. Compartir jeringas, agujas u objetos punzantes puede facilitar la entrada del virus al torrente sanguíneo. Aunque las transfusiones de sangre ya no representan un peligro en países como Argentina debido a controles estrictos, es importante utilizar materiales esterilizados en procedimientos médicos, tatuajes o manicura.
En el caso de la transmisión perinatal, las madres con VIH pueden transmitir el virus a sus bebés durante el embarazo, el parto o la lactancia. Sin embargo, con el tratamiento adecuado y el seguimiento médico, las probabilidades de contagio se reducen significativamente.
¿Qué no transmite el VIH?
Es fundamental eliminar prejuicios: actividades cotidianas como abrazar, besar, compartir utensilios, practicar deportes o usar baños públicos no representan ningún riesgo de contagio. Tampoco lo hacen los fluidos como saliva, lágrimas o sudor.
Gracias a las leyes que regulan la seguridad en transfusiones y materiales descartables, procedimientos médicos o estéticos bien realizados no implican peligro.
Métodos de prevención efectivos
El uso de preservativos durante cualquier relación sexual, ya sea vaginal, anal u oral, es la forma más eficaz de evitar el contagio por esta vía. También es clave garantizar el uso de equipos esterilizados o descartables en contextos que impliquen contacto con sangre.
Para las personas con mayor exposición, existen medidas adicionales como la Profilaxis Pre-Exposición (PrEP) y la Profilaxis Post-Exposición (PEP):
- La PrEP consiste en un tratamiento prolongado para personas que no viven con el virus pero están expuestas. No protege de otras ITS. Mientras se toma PrEP, el consumidor debe hacerse una prueba de VIH cada tres meses.
- Por otro lado, la PEP es un tratamiento de emergencia que debe iniciarse dentro de las 72 horas posteriores a una posible exposición al virus. Este método reduce el riesgo de contraer el VIH por vía sexual en cerca de un 99% y en las personas que se inyectan drogas, reduce las probabilidades en al menos un 74%.
En Argentina, estos métodos son un derecho y están disponibles de forma gratuita en hospitales públicos, centros de salud, obras sociales y prepagas. Promover la información y el acceso a estas herramientas es fundamental para prevenir nuevos casos y garantizar una mejor calidad de vida.
Fuente: Medline Plus
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