Avance en el tratamiento del linfoma de Hodgkin

Nuevo tratamiento mejora la supervivencia y reduce complicaciones en pacientes con linfoma de Hodgkin.

Un nuevo enfoque terapéutico, liderado por Jonathan Friedberg, director del Instituto Oncológico Wilmot, logró aumentar la tasa de supervivencia de los pacientes con linfoma de Hodgkin al 92%, revolucionando el tratamiento de esta enfermedad. Este avance ofrece una opción menos tóxica y con mejores resultados a largo plazo para quienes padecen este tipo de cáncer.

El estudio, publicado en la revista New England Journal of Medicine, representa un hito importante, especialmente para los pacientes más jóvenes, que suelen ser los más vulnerables. Estos resultados prometen cambiar el paradigma de la atención oncológica para este tipo de linfoma, proporcionando una alternativa menos agresiva en comparación con la quimioterapia y la radioterapia tradicionales.

¿Qué es el linfoma de Hodgkin y por qué es crucial este avance?

El linfoma de Hodgkin es un cáncer poco frecuente que afecta al sistema inmunológico y la sangre. Aunque los tratamientos existentes eran efectivos, cerca del 20% de los pacientes no lograban curarse completamente y debían enfrentar complicaciones graves de salud a largo plazo. Los tratamientos convencionales, como la quimioterapia y la radioterapia, suelen traer efectos secundarios severos, entre ellos, otros tipos de cáncer, enfermedades cardíacas y daños pulmonares.

El nuevo tratamiento, basado en la inmunoterapia, no solo aumenta las probabilidades de supervivencia, sino que también reduce significativamente estos efectos adversos, ya que aprovecha el propio sistema inmunológico del paciente para combatir la enfermedad. Como destacó Friedberg, “veremos menos cánceres de mama, menos enfermedades cardíacas y menos infertilidad en este grupo de pacientes”.

Un ensayo pionero

El ensayo clínico S1826, en el que participaron casi 1,000 pacientes, incluyó a personas de entre 12 y más de 60 años, así como a grupos minoritarios, asegurando una amplia diversidad en la muestra. La mitad de los pacientes recibió quimioterapia y brentuximab vedotin, mientras que la otra mitad fue tratada con quimioterapia e inmunoterapia con nivolumab, un medicamento dirigido a atacar una alteración genética presente en el linfoma de Hodgkin.

Tras dos años de seguimiento, el grupo tratado con inmunoterapia mostró una tasa de supervivencia del 92%, en comparación con el 83% del grupo que recibió el tratamiento convencional. Además, se observó una menor progresión de la enfermedad en los pacientes tratados con inmunoterapia.

El futuro de la inmunoterapia

Este éxito abre nuevas oportunidades de investigación sobre la inmunoterapia, especialmente para adolescentes y adultos jóvenes. Los datos del estudio ya se están utilizando como base para futuros ensayos clínicos, con el objetivo de llevar estos tratamientos innovadores a la población más vulnerable de manera más rápida.

La inmunoterapia no solo mejora las tasas de supervivencia, sino que también tiene el potencial de transformar por completo el tratamiento del cáncer, ofreciendo a los pacientes una mejor calidad de vida. Como señaló Friedberg, “estamos ante una nueva era en el tratamiento del cáncer, donde se reducirán los efectos secundarios y se mantendrán las mejoras en las tasas de supervivencia”.

Este avance marca un antes y un después en la lucha contra el cáncer, y se espera que la inmunoterapia se consolide como el tratamiento estándar en los próximos años, beneficiando a pacientes en todo el mundo.

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