#LaSexión: Guillermo Domenech: ESI salió del grupo, transodio, homoodio y anastasio

por Lic. Noe Benedetto

En un reciente debate radial, Guillermo Domenech, senador uruguayo por el partido Cabildo Abierto, hizo una serie de declaraciones que han generado controversia.

Homosexualidad

Domenech afirma que “el homosexual es homosexual y se acabó, es un problema personal de él, una conducta con la que yo disiento”. Esta declaración revela una visión patologizante y estigmatizante de la homosexualidad. La orientación sexual no es una elección o una “conducta”, sino una parte intrínseca de la sexualidad de una persona. La Organización Mundial de la Salud (OMS) dejó de considerar la homosexualidad como una enfermedad mental en 1990. Diversos estudios han demostrado que la orientación sexual no puede ser cambiada a voluntad.

También menciona que la homosexualidad está “condenada desde Levítico hasta Romanos 1”, refiriéndose a textos bíblicos para justificar su postura. Es fundamental recordar que la interpretación de textos religiosos varía ampliamente y no debe ser utilizada para justificar la discriminación.

El anastasio es apto

Ante los dichos de “No sé si el ano de un hombre está preparado para ser penetrado, me parece que no. Pienso que tiene un fundamento en la naturaleza de las cosas. No está anatómicamente preparado para eso. Quizás es otra perversión”:

Antes que nada no es una perversión. El ano es una zona erógena y está preparada para ser estimulada sexualmente, no solo en los varones sino en todas las personas que así lo deseen. La estimulación anal es una práctica tan válida como otras en los guiones sexuales y no determina la identidad de género o la orientación sexual de las personas. El sexo que involucra zonas erógenas no hegemónicas como el ano sigue siendo un tabú, se lo tilda de “contra natura”, privativo del colectivo gay, etc; esto debido a que los guiones sexuales que nos resultan más conocidos y aceptables son aquellos coitocentristas y por ende, reproductivos, y los que no, son marcados como aberraciones.

La falacia del “fundamento en la naturaleza de las cosas”

Se señala muchas veces que no es natural, que no fue “diseñado” para eso… ¿Dónde está documentado para qué fue diseñada y para qué no cada parte del cuerpo? ¿De dónde descargamos el manual de instrucciones oficial?

Esta afirmación no tiene base científica. La anatomía humana es diversa y muchas personas, independientemente de su orientación sexual, encuentran placer en diferentes formas de actividad sexual consensuada. La penetración anal es una práctica común entre personas de todas las orientaciones y no es inherente a la homosexualidad. Más importante aún, lo que define la validez de una práctica sexual es el consentimiento y el placer mutuo, no juicios morales arbitrarios.

La existencia de más de dos géneros

Al afirmar que “uno es hombre o es mujer”, Domenech ignora la vasta evidencia que demuestra la existencia de una amplia gama de identidades de género. Las personas trans* y no binarias han existido en todas las culturas y épocas, y su identidad es tan válida como la de cualquier persona cisgénero. La identidad de género no se limita a las características biológicas al nacer – eso tiene que ver con el sexo -, sino que es una experiencia interna y profundamente personal.

“Yo me puedo creer mujer o me puedo creer Batman. Lo que es, es; lo que no es, no es. Para mí no hay una mujer trans. Es un hombre que se viste de mujer. Si le hacen una autopsia dentro de 5000 años o le hacen un estudio genético, va a surgir que es hombre o es mujer. Una cosa es la conducta que yo tengo y otra cosa es lo que soy. Yo soy lo que soy. Ahora, me puedo imaginar mil cosas distintas, me puedo creer Einstein, pero, ¿por qué le tengo que decir mujer a alguien que se disfraza de mujer? Es hombre o es mujer”. La declaración del senador trivializa las vivencias de las personas trans* y no binarias, comparándolas con fantasías o delirios. Esta comparación es no solo inexacta, sino también profundamente ofensiva. Las personas trans* enfrentan una serie de desafíos y discriminaciones que afectan su salud mental y bienestar, y es crucial que sus identidades sean respetadas y validadas.

Patologización y discriminación

Domenech argumenta que “quizás lo tenga que tratar porque esa persona está teniendo un problema psiquiátrico”, refiriéndose a las personas trans*. Esta afirmación es peligrosa y errónea. La identidad de género, sea cual sea, no una enfermedad mental.

Comparar a las personas trans* con alguien que cree ser Superman es una forma de deshumanización y falta de empatía. Las personas trans* no eligen su identidad de género por capricho o moda; es una parte esencial de quienes son. La falta de aceptación y el rechazo pueden llevar a consecuencias graves, como la depresión y el suicidio. Por lo tanto, es imperativo que la sociedad y sus líderes adopten una postura de respeto y apoyo hacia todas las personas, independientemente de su identidad de género.

ESI más importante que nunca

La educación y la sensibilización a través de programas educativos inclusivos que aborden temas de diversidad sexual y de género desde una perspectiva de Derechos Humanos y diversidades son herramientas fundamentales para combatir la ignorancia y la discriminación. Es necesario que tanto los líderes políticos como la ciudadanía en general se informen sobre las realidades y los desafíos que enfrentan las personas LGBTQIAP+.

Las declaraciones de Guillermo Domenech reflejan una falta de comprensión y empatía hacia la diversidad sexual y de género. Como sociedad, tenemos la responsabilidad de cuestionar y educar sobre estas declaraciones para fomentar un entorno inclusivo y respetuoso. La diversidad humana es una realidad que enriquece nuestra convivencia y debe ser reconocida y celebrada. Solo a través del respeto y la comprensión podremos construir una sociedad en la que todas las personas puedan vivir con dignidad y plenitud.

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Los titulares se desprenden de las consultas que propone la audiencia en @lic.noeliabenedetto

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