Incompatibilidad sexual

“Tiene todo lo que quiero en una pareja: afecto, escucha, comprensión, diversión, compañía, estabilidad emocional, social y económica, empatía, pero el sexo es muy malo”.  Alguna vez les debe haber sucedido de coincidir en tiempo y forma con alguien que les gusta y atrae en muchos aspectos pero al momento del sexo no les resulta para nada placentero o agradable el encuentro. Hay quienes hablan de que no hay química, de que le falta chispa al asunto o también de incompatibilidad sexual: podemos ser las mejores amantes en el recuerdo de alguna persona y las más olvidables en otras.

Esta situación es mucho más frecuente de lo que se piensa y está muy linkeada a la representación normalizada de que coincidir en modo “media naranja”, fulfilling, o perfect match es algo sencillo, natural, automático, espontáneo, romántico y frecuente.

¿Por qué puede darse la incompatibilidad sexual?

Esto puede darse tras haber transcurrido un tiempo de relación, por habituación o bien arribar a esa conclusión en etapas iniciales. Hay quienes se vinculan entre sí cuyos planos eróticos son muy opuestos, o bien el concepto de encuentro sexual satisfactorio de una persona está muy alejado del de la otra: tenemos para todos los gustos, quienes prefieren el slow sex, el rapidito, algo más sensorial, el mete y saca, lo más atrevido, estilo hardcore, en silencio, a los gritos, innovación constante o un guión más apuntando a lo seguro.  Aunque al principio esto le pase solo a una de las partes, en el corto o mediano plazo puede que se haga extensivo a todas. Porque si ya voy con la idea preconcebida de que lo que se avecina no es prometedor ni satisfactorio, deja de ser una situación que busque generar o repetir.

Supongamos que lo hemos probado todo y que aún así el sexo es medio pelo. ¿Hay que resignarse a un sexo no satisfactorio? ¿Hay que dejar de tener sexo? ¿Hay que dejarse? ¿Hay que buscar la posibilidad de abrir la pareja en lo sexual? ¿Hay que recurrir a soluciones hipersexuales? No hay soluciones mágicas ni universales, pero ni la resignación, ni la evitación ni el reemplazo suelen ser las alternativas más funcionales, ya que pueden generar frustración, confusión e inclusive mayor conflicto.

Lo pertinente sería llegar a un entendimiento en las prácticas y modos que satisfagan a todas las partes, para ir aprendiendo poco a poco lo que le gusta a cada una, para esto la comunicación asertiva y empática es clave para abordar este tema… pero ya pretender coincidir al 100% en planos eróticos es una expectativa un tanto ambiciosa.

¿Cómo lograr la compatibilidad sexual?

Trabajar la compatibilidad sexual involucra dos pasos:

1. Superar la propia ignorancia sexual y erótica. Autoexploración y revisión.
2. Comunicar su entendimiento sexual de manera mutua. Compartir lo que nos gusta, lo que no, cómo y cuándo.

También en algunos casos se puede llegar a un acuerdo desde el consentimiento de que se puedan satisfacer los gustos sexuales con otras personas: “Conservo lo tierno por un lado y busco lo sensual en otros”. Algunas personas pueden encontrar formas alternativas de satisfacer sus deseos sexuales, como explorar otras actividades, fantasías o experimentar con juguetes sexuales. Otras pueden optar por la aceptación, manteniendo una relación íntima no sexual, enfocándose en otros aspectos de su conexión emocional y compromiso. No hay una alternativa mejor que otra, no existe una única respuesta.

Si no podemos gestionar esto en la intimidad del vínculo, sugiero la consulta a especialista en un dispositivo de terapia sexual de pareja, esta persona les acompañará a indagar acerca de las posibles causales, los factores de mantenimiento y las estrategias reales que se pueden llegar a explorar. Es importante descartar aspectos orgánicos y trabajar inhibiciones, bloqueos, ansiedades, exigencias, estándares elevados, etc.

La falta de compatibilidad sexual en una relación puede ser un desafío difícil de afrontar, pero no es insuperable. La honestidad, la comunicación y la disposición para explorar opciones pueden ayudar a encontrar alternativas posibles.

Sin embargo, también es válido reconocer que, en algunos casos, la incompatibilidad sexual puede ser un factor decisivo de corte para algunas personas y pueden optar por separarse si no encuentran una solución satisfactoria para todas.

En última instancia, cada persona y vínculo debería tomar decisiones basadas en su situación particular, sus valores y objetivos personales.

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