La economía y la brecha de género
Un estudio del Observatorio de Género del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) dio a conocer cómo es el estado actual de la brecha de género en materia económica. Analizamos algunas cifras...
En un nuevo #8M es importante reflexionar sobre las históricas diferencias que existen en materia laboral y económica entre mujeres y varones.
La distribución del mercado laboral así como del trabajo no remunerado reproducen formas históricas de opresión sobre las feminidades. Las mujeres estuvieron históricamente relegadas a tareas de cuidado – y no remuneradas – mientras que la actividad económica se conformaba como una responsabilidad de los hombres – quienes cumplían un rol proveedor -. Esto se tradujo en menores oportunidades de independencia para las mujeres, por lo tanto una mayor incertidumbre sobre sus futuros.
El Observatorio de Género de Centro de Economía Política Argentina (CEPA) elaboró un informe donde se expone esta brecha en función de la participación de las mujeres y los varones en el mercado laboral, el trabajo no remunerado, los diferentes rubros y su incidencia sobre los ingresos y bienes.
Si bien hay cifras que alientan a pensar en un cambio en relación a cómo pensamos el trabajo y al rol activo de las mujeres en las distintas economías y en el reclamo de derechos laborales, aún queda un largo camino para recorrer.
Crecimiento económico
Si bien en 2022 el crecimiento interanual de la actividad económica en el tercer trimestre fue del 4,9%, esto no tuvo la misma participación de mujeres que de varones.
La tasa de actividad de mujeres marcó una cifra histórica del 51,1%, pero la de los varones se incrementó a mayor ritmo. La brecha se amplió al 19,3%.
Desocupación
Las mujeres históricamente se ubican por encima de la tasa general. En el tercer trimestre de 2022 fue del 7,8% frente al 6,5% de los varones y al 7,1% general. Es decir, las desigualdades estructurales en el acceso al mercado laboral persisten pese a la mejora de la actividad económica.
Formalidad vs. Informalidad
Las mujeres tienen una mayor participación en el trabajo informal. Representan un 39,4% frente al 37,4% general.
Diferencia de Ingresos
Los varones percibieron un 34,6% más de ingresos personales y un 22,8% de ingresos por ocupación principal que las mujeres. La brecha de ingresos en los trabajadores formales fue del 16,5% y del 34,6% en la informalidad, con reducciones de 3,1% y 3,6% respectivamente.
¿Igual en todos lados?
Esta asimetría varía según el territorio. Cómodoro Rivadavia – R. Tilly tiene la mayor brecha con el 47,3% mientras que Santa Rosa – Toay la menor con 2,8%.
Tiempos
De acuerdo con la Encuesta Nacional del Uso del Tiempo las mujeres destinan 42 minutos más a trabajar que sus pares varones con 9 horas y 21 minutos, frente a 8 horas y 38 minutos.
Remuneración
En relación al trabajo no remunerado, las mujeres dedican 6 horas y media y los varones 3 horas y 40 minutos. Esto representa una brecha de casi 3 horas. Respecto al trabajo remunerado, los varones dedican 1 hora 32 minutos diarias más que las mujeres.
La brecha se profundiza aún más en aquellos hogares con demandantes de cuidado y en función del número de demandantes. Existe una mayor profundización cuando se trata de hogares con necesidades básicas insatisfechas.
Brecha impositiva
Las mujeres ganan menos, poseen menos riquezas y destinan mayor porcentaje de sus ingresos al pago de impuestos vía impuestos indirectos.
Bienes personales
En 2020 el 34,5% de mujeres y el 65,5% de varones pagaron bienes personales.
Si bien la participación de mujeres en la titularidad de los patrimonios viene incrementándose desde 2009, las mujeres representan 1/3 de las personas titulares de impuestos a los Bienes Personales.
Ganancias
En 2020 el 69,9% de los varones y el 30,1% de las mujeres pagó Impuesto a las Ganancias. Existe una brecha significativa en el acceso a los puestos laborales que registran mayores ingresos.
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